
En la calurosa tarde de ayer sábado, decidimos dirigirnos a la playa de Matalascañas. La verdad es que siempre me ha parecido una idea de locos hacer un desplazamiento tan largo para tan poco tiempo, pero una vez allí no te arrepientes. Sobre todo, contemplando ese atardecer único con la roca de fondo.
Es dificilísimo narrar el montón de sensaciones que te invaden mientras lo admiras. Una mezcla de paz y tranquilidad que te hacen olvidar todo aquello que te inquieta a lo largo del día.
Resulta que en uno de esos momentos que aparté la vista de este bello atardecer, me puse a contemplar la inmensidad del mar y la insignificancia del ser humano con respecto al mismo. Y de repente, sin explicarme muy bien cómo, comenzó a sonar en mi mente una melodía de Ricardo Arjona titulada "Mojado", acompañada por la presencia de un chico de raza negra que vendía vestidos playeros de mujer junto a nosotros. Todo encajaba. Seguro que era una señal. Y empecé a reflexionar sobre la inmigración.
¿Te has parado a pensar en todo lo que dejan atrás al abandonar su país? ¿Y el riesgo tan enorme que corren en esas largas travesías por el mar? ¿Es justo el trato que reciben al llegar a un país que los prejuzga como delincuentes y los mira por encima del hombro?
Recuerda que no hace demasiado tiempo eran los andaluces los que tenían que emigrar a otras zonas del país en busca de un trabajo mejor. Tú has tenido la suerte de vivir es esta época. Estás a este lado del charco, así que por favor valora lo que tienes. Ellos no pueden decir lo mismo porque la vida tiene estas cosas...
La letra de la canción es preciosa, y la puedes seguir en el vídeo que tienes a continuación.